Son las 11.00 p.m. en Colombia, me acabo de tomar la pastilla para el dolor de cabeza y aun tengo una idea de sueño, el controlador dijo cosas a mi inconsciente, según él, me había rezado, diciéndome que no habían resquemores, yo se que me dijo que me matara.
Se que me dejaron marcada para que atente en contra de mi vida, pero como lo sé me protejo, es agotador, ellos se alegran, es agotador este ritmo todo el día, pero se que voy a lograr mis objetivos de vida.
He aprendido que a través del acoso electrónico o electronic harassment puede un barrio completo entrar a tu cerebro, una ciudad a tu subconsciente, dejar porquerías en tu subconsciente, te sientes tan vulnerada que a veces se tira la toalla como decimos los colombianos, ahora siento tristeza, pero no se si soy yo, y entonces te dan ganas de llorar, y tampoco sabes si es tuya la emoción y el sentimiento, entonces piensas si estás viva o estás muerta, y te da rabia que te digan cosas, ya me paralizaron, que te digan que te tienes que morir, más duele si no debes nada, duele saber que tienes sueños de verdad, que aun hay un mundo que te espera,
así que dejo estas palabras hoy, no se si mañana amanezca, el buen señor sabe que me he portado bien, que procurado hacer las cosas al derecho, que he tratado de ayudar a los demás, que espero dejar algo bien hecho, se que estoy en paz con Dios y que mis errores no dependieron de mí, que hubo algo oscuro que ahora se que es gangstalking, acoso electrónico.
Termino de escribir mis líneas a las 11.42 p.m.
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